El Sueño
Poco a poco la realidad,
se pierde, se evapora,
estos ojos, que te adoran,
se cierran con terquedad.
Súbita y veraz inconciencia,
muera la luz por un rato,
descansa mi ser en recato,
desafiando la vida en paciencia.
Mundo de sombras, deforme,
donde se proyecta la ansiedad,
conviven serenos amor y soledad,
confundiendo su lejanía enorme.
Voz de fuego en mis oídos,
no cesa la lucha ni aquí,
los medios prescinden del fin,
y confunden de lleno los sentidos.
Vuelo, llanto y fantasía,
logran existir de lleno,
del arcoíris y del trueno,
la razón depende y se fía.
Turba amarga, alegría feliz,
dolor de muerte o eterno amor,
todo cabe aquí en perdón,
hasta cobardía o un desliz.
Repentinamente la razón,
escapa por un momento,
regresa conciencia y tiempo,
euforia o desdicha al corazón.
Roberto Maier L.
10/Octubre/1998