DE ORO Y FUEGO
Con la luz a tu favor,
atraviesas mi tiempo,
me miras y yo,
busco refugio en el silencio.
Con la sombra de frente,
no encuentro más camino,
con la razón ausente
y el cuerpo en delirio.
Con un tibio color
se desliza el mundo,
pretendiendo que yo
reconozca su rumbo.
Con una tenue penumbra,
el destino no quiere
que coincida tu luna
con mi vida y mi muerte.
Y mi voz cansada,
gris y fuera de tono,
no rompe en tu espalda,
ni suena en el fondo.
Y tu brillo constante,
me ciega de lleno;
yo siempre muy tarde,
y tu, tu de oro y fuego.
Roberto Maier L.
7/Octubre/1999