DESENCUENTRO
He perdido tu voz,
perdiendome en mi;
he dejado tu olor,
por no seguir hasta el fin.
Ya no oigo mi nomre,
salir más de tu boca;
no soy más el hombre,
que besaba tu sombra.
He caído de lleno,
en un desencuentro,
he probado al veneno,
he sangrado por dentro.
Y la fuerza estorba,
si no tiene destino,
si no encuentro tu forma,
ni tu voz, ni camino.
¿Y tu, qué has ganado?
a menudo pregunto,
¿qué mueve tu paso?
no entiendo el absurdo.
Hoy, ya son pocas,
las cosas que cuento,
imagino tu aroma
y un gran desencuentro.
Roberto Maier L.
23/Marzo/1999